Con más de nueve millones de aplicaciones móviles, Google Play es la tienda que ofrece la mayor cantidad de aplicaciones en el mundo. Le siguen Apple Store con cerca de 2,5 millones y Windows con 700 mil. De esta oferta, que incluye el repertorio de este año 2021 y parte del 2022, se descargaron 418 mil millones de apps a nivel global. O lo que es lo mismo, las tiendas de aplicaciones de Apple y Google instalaron una media de 410 mil apps cada minuto.

Por eso Carlos González, profesor de Esdesign, Escuela Superior de Diseño de Barcelona y experto digital senior, aporta siete claves a tener en cuenta para crear una app desde cero.

1. ¿Qué app desarrollaremos?: Esta es sin duda la primera pregunta que debemos hacernos cuando queremos proponer un nuevo proyecto de aplicación. Definitivamente es una de las más difíciles de responder, porque cuando vemos la gran cantidad de aplicaciones que hay, podemos desanimarnos pensando que todo está inventado. Pero cada día surgen nuevas aplicaciones, y cada día todas tienen la oportunidad de lograr el objetivo que se han propuesto.

Por tanto, sería bueno que nos preguntáramos qué tipo de app queremos hacer: ¿un nuevo juego, una app para uso interno en una empresa, salud, mejora de la productividad, etc.? Cuanto más concreta sea la idea original, más nos ayudará a planificar el resto de fases que necesitaremos.

2. Investigación de mercado: ya tenemos una buena idea para empezar, pero ¿hay alguna aplicación en el mercado que ofrezca características similares? En caso afirmativo: ¿Qué modelo de negocio ofrece? ¿Es una aplicación gratuita o de pago? ¿Ofrece una suscripción a una tarifa mensual y/o anual por algún tipo de servicio de valor agregado? Cuantas más preguntas nos hagamos para conocer nuestra posible competencia, mejor. De esta forma, obtenemos más pistas sobre qué tipo de entorno nos encontraremos.

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Hay muchas y muy buenas oportunidades para poder conocer las ubicaciones más importantes de apps tanto a nivel mundial como por país. Muchas son de pago, pero ofrecen un primer nivel de información gratuita que sin duda puede ser buena para empezar. Puedes consultar sitios como Appannie.com, SensorTower.com, 42matters.com, Similarweb.com, Applyzer.com, Appfollow.io, entre otros.

3. Características de la aplicación: es importante que nos dediquemos a pensar en todo lo que nos gustaría ver incluido. No pasa nada si el proyecto resultante es más pequeño después. En base a un máximo de posibles ideas y características obtendremos una lista más o menos exhaustiva de lo que debe ser nuestro proyecto. Señalemos cómo propondremos el modelo de negocio, qué idioma o idiomas utilizaremos, cómo será el registro, qué tipo de información recopilaremos de los usuarios (siempre bajo las más estrictas recomendaciones legales, muy importante) y cómo la usaremos, entre muchas otras.

4. Prototipo y diseño gráfico: estamos hablando de crear arquitectura de la información. En este campo, nos vendrá muy bien contar con la ayuda de expertos en el campo de la experiencia de usuario y la usabilidad. También te será de gran ayuda conocer las guías de Android y Apple sobre este tema.

Si queremos utilizar algunas de las herramientas que nos ayuden a realizar esta parte, existen muchas y realmente buenas, como por ejemplo: Sketch, Figma, Uxpin, Adobe XD, Invision o Balsamiq, entre otras. Una vez superada esta parte de la creatividad del prototipo, entramos en la fase de diseño gráfico, también una de las más interesantes y necesarias. Ya sea con la ayuda de un profesional independiente o de una empresa especializada, debemos trabajar todos los elementos visuales del proyecto de acuerdo a los requerimientos que se han planteado en el pasado.

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5. Desarrollo de aplicaciones: ten en cuenta que trabajar con diferentes plataformas implica retocar más de un código fuente. Y esto se traduce en una posible desviación de tiempo y dinero. Una aplicación se puede desarrollar desde cero. También existen alternativas a poder hacer apps sin necesidad de programar (llamadas App builders), la mayoría de ellas con un costo de mantenimiento mensual. O plantillas que ya vienen diseñadas según un tipo de app en concreto (tiendas online, portfolios, etc.), aunque necesitemos que alguien especializado la implemente. La elección entre elegir un modelo u otro dependerá lógicamente de muchos factores y necesidades específicas.

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6. Publicación de la aplicación: una vez que tenemos el desarrollo completo y hemos podido probar bien para corregir los errores y agregar algunas mejoras, es hora de publicarla en Apple Store y Google Play (similar a las aplicaciones de Android). A partir de este momento, debemos prestar mucha atención a dos tipos de feedback: el que proviene del propio desarrollo de la aplicación (errores, nuevas fases a implementar, cambios de diseño, etc.), y el que está relacionado con nuestro público objetivo y nuestra audiencia. Para esto último, necesitamos tener un buen plan de marketing.

7. Plan de marketing y KPI: en cuanto a la parte comunicativa, nos vendría muy bien establecer un plan de publicación de la nueva app, a través de las plataformas propias de Apple y Google a través de ASO (App Store Optimization), para ser ubicada tan pronto como sea posible. Pero también es recomendable hacer un plan de comunicación para publicar nuestra app además de las propias plataformas, como por ejemplo crear campañas de display.

En el caso de una app, por ejemplo, hablaremos del número de descargas realizadas en un periodo de tiempo concreto, el tiempo de uso o el número de comentarios positivos en las plataformas. Si está relacionado con el comercio electrónico, necesitamos saber entre otros muchos datos el valor medio de cada compra o el dato del número de compras abandonadas o no realizadas.