El lenguaje es una parte importante de cualquier cultura. Es la forma en que nos comunicamos, es la forma en que damos sentido al mundo que nos rodea y es lo que separa a los seres humanos de todos los demás animales. El lenguaje también está profundamente arraigado en la forma en que se desarrolla nuestro cerebro y en lo que es capaz de hacer.
En el mundo actual, los niños están inmersos en más de una lengua, en un entorno bilingüe o multilingüe. Esto no sólo ayuda a los niños a convertirse en individuos más completos, sino que también tiene un impacto positivo en su potencial cerebral. He aquí cuatro formas en las que la exposición a varios idiomas influye en el potencial cerebral de un niño.
Resumen
ToggleLa importancia de la lengua
El lenguaje no es sólo una herramienta social que los humanos utilizan para comunicarse. Está profundamente arraigado en cómo se desarrolla nuestro cerebro y en lo que es capaz de hacer. Hay muchas teorías sobre el porqué de esto, pero no hay respuestas concretas. Sin embargo, es indudable que el lenguaje tiene un impacto en la forma en que pensamos y procesamos la información que nos rodea.
Sabemos que los niños bilingües tienen un coeficiente intelectual más alto que sus homólogos monolingües, pero es importante señalar que esto no significa que un idioma «haga» a un niño más inteligente que otro. La clave está en la exposición a diversas lenguas, que amplía el potencial del cerebro y le ayuda a alcanzar su máximo potencial.
Muchos estudios diferentes han encontrado pruebas de los efectos positivos del bilingüismo en niños de diversos orígenes. Uno de estos estudios analizó a niños en edad escolar de Inglaterra que eran monolingües o bilingües y descubrió que los que eran bilingües mostraban un rendimiento superior en habilidades de lectura en comparación con sus compañeros monolingües (López et al., 2006).
Otro estudio analizó a los hablantes nativos de español que pasaron por programas de inmersión en inglés y encontró que estos estudiantes superaron a otros estudiantes que no pasaron por programas de inmersión (Newport & Supancic, 1975).
El consenso general parece ser que la exposición a más de un idioma conduce a un mejor desarrollo cognitivo y a una mayor capacidad de resolución de problemas más adelante en la vida
Cómo la exposición a múltiples idiomas tiene un impacto positivo en el potencial del cerebro
Hay cuatro formas en las que la exposición a múltiples idiomas tiene un impacto positivo en el potencial del cerebro.
1) Cuando se aprende a hablar dos o más idiomas, es más probable que se pueda pensar y procesar el lenguaje de forma más abstracta. Esto significa que los bilingües pueden pensar en el lenguaje de diferentes maneras y pueden identificar patrones en el lenguaje mejor que los monolingües. Por ejemplo, los hablantes bilingües suelen ser más rápidos a la hora de notar si se ha roto una regla gramatical en una frase cuando la leen.
2) La capacidad de vocabulario de un niño es significativamente mayor cuando crece aprendiendo dos o más lenguas, en lugar de una sola. Esto significa que los niños bilingües conocen el doble de palabras que los monolingües de la misma edad y procedencia.
3) La capacidad de un niño para comprender la gramática parece progresar antes si está expuesto a dos o más idiomas a una edad temprana. En general, los niños bilingües parecen comprender mejor las reglas gramaticales que los monolingües, aunque sus conocimientos gramaticales no sean perfectos.
4) Haber estado expuesto a dos o más idiomas desde una edad temprana ayuda a que el cerebro funcione mejor en tareas cognitivas como la comprensión lectora y la resolución de problemas más adelante.
Mejorar el vocabulario
Cuanto más expuestos estén los niños a distintas lenguas, mayor será su vocabulario. Las investigaciones han demostrado que los hablantes bilingües son mejores para resolver rompecabezas lingüísticos e identificar similitudes y diferencias entre las palabras que los monolingües. También tienen un vocabulario más amplio por su exposición a nuevas palabras en ambos idiomas.
Los niños expuestos a varias lenguas tienen menos probabilidades de confundirse cuando intentan comprender diferentes estilos lingüísticos. Por ejemplo, utilizar palabras en inglés en frases u oraciones en español es habitual en América Latina, pero puede confundir a las personas que sólo hablan un idioma. Al comprender cómo utilizan el mismo idioma las distintas culturas, dominan mejor los múltiples dialectos e idiomas regionales en lugar de uno solo.
El inglés: Las lenguas maternas más habladas en la Tierra
El inglés es la lengua materna más hablada por un amplio margen, con unos 360 millones de hablantes nativos en todo el mundo[1]. Se calcula que también existen otros 760 millones de hablantes no nativos en todo el mundo[2], aunque estas cifras no pueden sobrestimarse, ya que muchas personas no saben leer ni escribir en inglés a pesar de que se cuentan como hablantes nativos a efectos demográficos. A veces se le califica de lengua universal por su uso generalizado en todo el mundo; sin embargo, esta designación no está exenta de detractores debido a diversas cuestiones relacionadas con la identidad cultural que se han puesto de manifiesto a lo largo del tiempo, como el imperialismo y el colonialismo[3][4] Se ha utilizado en proyectos transnacionales como la Unión Europea (UE) y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), dos organizaciones que fueron decisivas para la formación de un único
Mejora de la memoria
Una de las funciones del cerebro es almacenar información. Esto puede referirse a los recuerdos u otros conocimientos que una persona pueda tener almacenados.
La exposición a diferentes idiomas ha demostrado tener un efecto positivo en la mejora de la memoria. Los estudios demuestran que cuando un niño aprende más de un idioma, sus estructuras cerebrales están mejor equipadas para almacenar recuerdos e información. Son capaces de almacenar más recuerdos en su cerebro, lo que aumenta la probabilidad de que los recuerden más adelante.
Esto también ayuda a la resolución de problemas, ya que requiere el uso de diferentes partes del cerebro, lo que puede conducir a una mejor capacidad de multitarea.
Mejora del control emocional
Se ha demostrado que la exposición regular a más de un idioma tiene un impacto positivo en el control emocional de los niños. Una serie de estudios realizados en la década de 1990 reveló que los niños bilingües en edad preescolar que eran más capaces de identificar y articular sus emociones tendían a tener más facilidad para gestionarlas.
Esto se debe a que la exposición a dos idiomas facilita a los niños la comprensión de las diferentes palabras utilizadas para una misma cosa. También les ayuda a construir un vocabulario más sólido. Así, es más probable que puedan comunicar exactamente lo que sienten y cómo lo sienten. Esto les ayudará en la vida cuando se conviertan en adultos, porque ser capaces de identificar y articular con precisión las emociones puede ayudar a mantener la calma y el control en los momentos difíciles.
Mejora del funcionamiento cognitivo
Un estudio de la Universidad de Montreal descubrió que los niños bilingües tienen un mejor funcionamiento cognitivo, mejores habilidades emocionales y un mayor rendimiento académico.
Los cerebros de los niños bilingües se adaptan mejor a nuevas situaciones, cambian mejor de tarea y muestran un mayor grado de capacidad para resolver problemas. Todo ello se debe a que sus cerebros tienen que utilizar constantemente sus dos lenguas, lo que estimula el cerebro de forma diferente.