La alcaldesa socialista de París, Anne Hidalgo, se lanza a la Presidencia de Francia para 2022

La alcaldesa socialista de París, Anne Hidalgo, se lanza a la Presidencia de Francia para 2022

El anuncio lo hizo este domingo la propia Anne Hidalgo desde la región de Normandía, en el norte del país. Su confirmación puso fin a los meses en los que se especuló que buscaría la nominación socialista y también a los años en los que la propia Hidalgo afirmó que el Ayuntamiento de París no serviría como trampolín para el puesto más alto del país.

Hidalgo, de 62 años y quien el año pasado ganó la reelección para un segundo mandato como alcaldesa de París, ha sido aplaudida y a la vez vilipendiada por su administración ecológica de la capital francesa, que empujó a los automovilistas fuera del centro de la ciudad para favorecer a los carriles de bicicleta y a los espacios verdes.

Ante los ojos del mundo, el mandato de Hidalgo como alcaldesa de París ha atravesado un período de desafíos excepcionales para la ciudad: una devastadora serie de ataques terroristas en 2015, grandes protestas de los chalecos amarillos contra el gobierno, el desastroso infierno de 2019 en la catedral de Notre-Dame y la pandemia de Covid-19, que es aún más temible para una capital mundial del turismo.

Sin embargo, también ha habido triunfos brillantes: la cumbre COP21 donde se generó el Acuerdo Climático de París en 2015 y la exitosa candidatura de la ciudad para albergar los Juegos Olímpicos de 2024. Hidalgo subió recientemente al escenario mundial en Japón, donde aceptó las banderas olímpicas y paralímpicas en las ceremonias de clausura de Tokio 2020.

Autodenominada socialdemócrata, Hidalgo entra oficialmente en la carrera presidencial de Francia como una de las contendientes más reconocibles al instante, en un campo fracturado de izquierdistas dispares. Cada uno aspira a cambiar meses de encuestas y opiniones de expertos que han demostrado que es más probable que las urnas del próximo abril se inclinen a la derecha del centro político de Francia. Mientras tanto, parece cada vez más lejano el sueño que albergan algunos izquierdistas de ver a uno solo de sus candidatos luchar por el poder.

Mientras el centrista Emmanuel Macron, quien aún no ha declarado oficialmente su candidatura a la reelección, y la líder de extrema derecha Marine Le Pen han encabezado durante mucho tiempo las encuestas de opinión antes de las elecciones de 2022, los candidatos conservadores de Les Républicains se han mantenido en el tercer lugar de las intenciones de voto. En las encuestas especulativas, entre tanto, Hidalgo ha retrocedido entre un 7% y 9%

Pero antes de que pueda contemplar la posibilidad de opinar sobre la carrera final, Hidalgo primero debe ganar la nominación socialista. El Partido Socialista, todavía dolido por una devastadora derrota en 2017 cuando el candidato del partido Benoît Hamon logró solo el 6,36% de la votación de la primera vuelta y terminó de quinto, ha prometido elegir a su candidato a través de una votación interna de unos 50.000 electores. Esta se celebrará en algún momento después de su Convención del partido del 17 al 18 de septiembre.

Para pulir su atractivo y deshacerse de cualquier asociación elitista en París, Hidalgo no anunció su candidatura en la capital, sino que lo hizo desde la ciudad normanda de Rouen. La medida se produce después de pasar la primavera y el verano visitando ubicaciones en todo el país con el fin de prepararse para lo que se avecina.

De hecho, como dice la andaluza Hidalgo, la etiqueta de élite de París es miope. Después de todo, dice que «escaló» a la capital «para trabajar, como muchos parisinos».

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La familia de Hidalgo huyó de la España de Franco

«Nací en España de padre electricista y madre costurera», precisó a la agencia AFP. Nació como Ana María Hidalgo Aleu en San Fernando, cerca de Cádiz, en 1959. Cuando tenía dos años y medio, su familia se mudó a un distrito de clase trabajadora de Lyon. Naturalizada con su familia en 1973, Ana, de 14 años, adoptó oficialmente el nombre afrancesado de Anne.

«No soy una de esas personas que nacen en los centros de poder», afirmó. «Tuve la oportunidad de beneficiarme de esta promesa republicana (…) esta igualdad real a través de la escuela».

«Ahora, noto con tristeza que si hubiese llegado hoy a Francia, bajo las mismas condiciones, no tendría las mismas oportunidades», indicó y atribuyó esa observación a la motivación de su candidatura a la Presidencia.

Hidalgo no sería la primera alcaldesa de París en dar el salto de dirigir la capital francesa a liderar el país. El expresidente Jacques Chirac logró la hazaña en 1995, cuando después de 17 años en el Ayuntamiento de París se mudó al Palacio del Elíseo. Por lo demás, el currículum de Chirac lo había preparado para el cargo más alto de Francia: el conservador había servido anteriormente en el parlamento, en el gabinete y dos veces como primer ministro, incluidos dos años en la década de 1980 cuando se aferró a su trabajo como alcalde de París, incluso mientras dirigía el gobierno francés.

Pero Hidalgo confía en que su propio currículum la prepara bien para el puesto superior. Después de todo, la capital francesa, con un presupuesto anual de más de 10.000 millones de euros y unos 50.000 empleados, es una enorme máquina administrativa. «No hay muchos candidatos con experiencia en gestión a este nivel», señaló.

Hidalgo, inspectora de salud y seguridad de profesión, trabajó en el gabinete de la ministra de Empleo Martine Aubry entre 1997 y 2002, cuando Aubry fue responsable de desplegar la entonces controvertida semana laboral francesa de 35 horas.

Hidalgo fue elegida para el ayuntamiento de París en 2001. Fue nombrada rápidamente primera diputada del alcalde socialista Bertrand Delanöe, y en 2002 reemplazó a su jefe después de que Delanoë fuera apuñalado por un agresor homofóbico durante las festividades «Nuit Blanche» de la ciudad.

Después de dos mandatos como mano derecha y sombra de Delanöe, Hidalgo lo sucedió como alcalde en 2014. Luego, en 2020, Hidalgo volvió a ganar, echando a perder los pronósticos electorales que veían improbable su reelección, con los socialistas gobernando junto a los verdes, comunistas y otros izquierdistas.

Como alcaldesa, Hidalgo ha guiado políticas ambientales controvertidas y las ha vuelto una realidad. Entre ellas, la peatonalización de la carretera junto al río Sena que sirvió como un respiro temporal de los automóviles durante el evento anual ‘Paris Plages’, lanzado bajo el mando de Delanoë.

El año pasado, aprovechó la pandemia de Covid-19 para duplicar sus esfuerzos y establecer nuevos carriles para bicicletas en toda la ciudad. El Ayuntamiento de Hidalgo redujo recientemente los límites de velocidad a 30 km/h en todo París, impuso cargos de estacionamiento disuasivos a los scooters y motocicletas no eléctricos, y anunció la prohibición de los vehículos diésel en París para 2024.

🇫🇷🚗🤬Is #Paris the worst city to drive in? Parisians are the first to admit it’s a pretty wild experience. Over the years, Paris authorities have taken steps to limit traffic sparking rage among car owners. @MonteReports and I explore the capital’s transport revolution. 🚲🛴#F24 pic.twitter.com/toveyUbjts

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Ha sido denigrada por sus propuestas por los conductores de París, así como también por los automovilistas del área metropolitana de París que usan las carreteras de la capital, pero que no tienen voz en las urnas para la alcaldía.

Los críticos se quejan del razonamiento al que ha llevado la visión ecoamigable de Hidalgo para París: un declive en el atractivo estético de la Ciudad de la Luz. El hashtag #saccageparis (naufragio de París) se ha convertido en un lema viral en las redes sociales, a menudo acompañado de fotos de calles en mal estado en París, jardines devastados por la maleza, negligencias por parte de los conductores de patinetes eléctricos y suciedad general en las aceras.

Los habitantes de los suburbios de París, que han mostrado descontento hacia las operaciones de Hidalgo, y decenas de millones de votantes franceses finalmente podrían obtener voz mientras ella se concentra en la oficina nacional, comprometiéndose a hacer una «transición ecológica, la transformación de nuestro modelo económico y energético» una piedra angular de su campaña presidencial.

«Me han caricaturizado como ‘anti-automóvil’ cuando en realidad soy anti-contaminación», escribe en su próximo libro «Une femme française» (Una mujer francesa), que se publicará el próximo miércoles.

La inclinación ecológica de Hidalgo se está contagiando, al menos dentro de su propia familia. Arthur, su hijo menor de los tres que tiene y un nadador competitivo, se convirtió en la persona más joven en cruzar el Canal de la Mancha en 2018 a los 16 años. Él nadó este verano los 784 km de longitud del Sena para crear conciencia sobre la contaminación del agua. La alcaldesa estuvo presente, junto a los medios de comunicación, para abrazar a su hijo en la orilla del río durante el tramo de su viaje a París el 3 de julio.

The son of Paris’ mayor is swimming down the River Seine to raise awareness about river pollution and is campaigning for its clean-up pic.twitter.com/xTIbIVobwp

El nuevo libro de Hidalgo, estratégicamente programado, también abordará las prioridades que tuvo para ejercer su función de alcaldesa. En un pasaje publicado por AFP el viernes, por ejemplo, Hidalgo hizo un llamado a un «gran movimiento para subir los salarios» en el sector educativo a todo aquel que tenga contacto con los alumnos, al considerar «posible, en el transcurso de un mandato de cinco años, al menos duplicar el salario de todos». O, para empezar, alinear el salario inicial de los nuevos profesores con el salario medio de los titulares de maestría», escribió.

Ese plan no es barato, reconoce Hidalgo, quien resistió críticas en el Ayuntamiento de París por su gestión fiscal a nivel municipal, pero la aspirante a candidata socialista «asume la responsabilidad». «Es el precio a pagar para transformar la educación y reducir el número de “abandonos”, argumenta.

No ajena a las críticas, a Hidalgo también se le ha reprochado su temperamento, que una vez dijo que es «como el de mi padre, explosivo». Pero sus fallas la animan, lo que sugiere que tiene sus raíces en el sexismo. «Conozco la brecha que existe entre quién soy realmente y cómo me perciben», escribió en su libro anterior, «Respirer» (Respiración) de 2018. «La autoridad de un hombre se convierte en el autoritarismo de una mujer», argumentó Hidalgo, tres años antes de lanzarse a la carrera en la que aspira a convertirse en la primera presidenta mujer de Francia.

Este artículo fue adaptado de su original en inglés

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