A través del Centro de Idiomas y Culturas del Mundo, la Universidad de Chile aborda el encuentro con Haití con el curso de criollo del profesor Peterson Saintard y el curso “Haití: Historia, Pensamiento y Cultura” de la profesora María Elena Olive.

martes, 22 de marzo de 2022 9:45 am

María Elena Oliva es socióloga y Doctora en Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Chile. Actualmente es profesora en la Academia de Humanismo Cristiano. Publicó los libros Aimé Césaire en América Latina. Diálogos con el poeta de la negritud, la negritud, el indianismo y sus intelectuales: Aimé Césaire y Fausto Reinaga y Frantz Fanon desde América Latina. Lecturas contemporáneas de un pensador del siglo XX, entre otros.

Peterson Saintard estudió Lingüística Aplicada en la Universidad Estatal de Haití y se especializó en Literatura e Inglés. Se dedicó a la enseñanza del criollo haitiano, francés e inglés con más de 5 años de experiencia en Chile. Escribió el libro Enseñanza práctica de la lengua y cultura criolla haitiana (2019) y fundó el centro de idiomas “Reyalite”.

En esta entrevista a dos voces, discutimos la forma en que ambos cursos abordan los desafíos y desafíos que plantea el vínculo con Haití.

¿Qué importancia tiene para la democracia en nuestro país que los ciudadanos estudien y conozcan los procesos políticos, económicos, sociales y culturales de Haití?

EO: Creo que siempre es importante saber o estar al tanto de lo que sucede en nuestro entorno inmediato, y Chile, como parte de América Latina y el Caribe, siempre debe estar al tanto de los procesos en nuestra región. Como esto no suele pasar –y miramos más a EE.UU. o Europa–, ante ciertas dinámicas intrarregionales, estamos un poco paralizados. Creo que esto es parte de lo que hemos enfrentado con la migración de haitianos y haitianas a nuestro país en los últimos años. Un proceso que nos ha presentado varios desafíos como sociedad, no solo en términos políticos y humanos, sino también en términos sociales y culturales. Ideas instaladas como ser “solidarios” o “un país más clasista que racista” han sido cuestionadas cuando nos enfrentamos a otras lenguas, otras religiones, otras comidas, otras tradiciones, etc. En este sentido, la educación es una herramienta fundamental para construir puentes sanos y bien informados que nos ayuden a comprender positivamente la diversidad cultural y asumirla con igualdad de derechos. La población haitiana que vive en Chile nos brinda una enorme oportunidad de profundizar nuestra democracia y poner a prueba nuestro anhelo de ser un país pluricultural. Abordar los procesos políticos, económicos, sociales y culturales de Haití no solo nos acerca a la historia de los haitianos viviendo en Chile, sino también a la historia de la primera república independiente de esta región, la historia de importantes movimientos culturales, de notables intelectuales , de una literatura que traspasó fronteras geográficas y temporales, y de una historia política, aunque turbulenta, importante ya la que debemos prestar mucha atención.

¿Cómo se vincula el estudio de la lengua con el estudio de la historia y la cultura haitianas?

EO: Si, como dice Frantz Fanon, hablar una lengua es llevar toda una cultura, entonces debemos considerar que es un vínculo estrecho. En el caso de Haití, el criollo es el resultado de un complejo proceso histórico de siglos que está relacionado con el colonialismo, el comercio de esclavos y la llegada de esclavos de varias partes de África, y el sistema de plantación impuesto por los franceses. Pero, a su vez, también tiene que ver con la resistencia a estos sistemas, con la independencia, el proceso revolucionario y la influencia de la oralidad en su desarrollo. Es una forma de mirar y entender el mundo, a partir de esta particularidad, y el criollo forma parte de la tradición cultural haitiana.

PD: El estudio de la lengua está ligado al de la historia y la cultura a través de las interacciones y relaciones entre sus hablantes desde su nacimiento hasta sus transformaciones y cambios en el ámbito social. El estudio y aprendizaje práctico del idioma permite un contacto más cercano y amistoso con la historia y la cultura a través del intercambio con sus integrantes.

¿Cuál sería la clave para invitarte a estudiar estos temas?

EO: Invito a todos los interesados ​​en nuestra historia regional, y en particular la historia de Haití, a estudiar estas cuestiones. Pero principalmente a quienes están vinculados, por trabajo, educación o barrio a la población haitiana en Chile. Esperamos con este curso brindar algunas herramientas para contextualizar, no solo los motivos de la actual migración haitiana que llegó a nuestro país y otros países de la región, sino también la historia de este pueblo; no seguir reproduciendo la idea de que «Haití es el país más pobre del Hemisferio Occidental», sin preguntarnos el porqué de su crisis económica y política, y dar un paso adelante que nos permita entender con mayor empatía sus procesos como sociedad, y la inmensa riqueza de su gente y su cultura.

PD: La clave para invitarnos a abordar estos temas está en el contexto actual de Chile, un país donde hay un número importante de migrantes provenientes de Haití. Según los últimos datos difundidos por el Departamento de Inmigración y Extranjería en conjunto con el Instituto Nacional de Estadística, Haití ocupa el tercer lugar entre las comunidades extranjeras con más miembros, lo que equivale al 12,5% de la población extranjera del país. Teniendo en cuenta que toda la población migrante de Haití habla criollo y lo utiliza como primera lengua, podemos deducir que es una de las lenguas más habladas en el Chile contemporáneo y constituye una realidad sustancial en la vida cotidiana del país. De esta forma, el estudio de estos temas implicaría tener una enseñanza práctica del idioma para generar entendimiento mutuo, facilitar la convivencia y así enriquecerse mutuamente en esta encrucijada cultural que produce la migración como parte de la humanidad.

¿Qué libros, películas, obras de teatro, música, entre otras expresiones culturales puedes recomendar para conectarte con la lengua y la cultura de Haití?

EO: Recomiendo mucho los libros, principalmente novelas, pero también hay ensayos y cuentos, de la escritora haitiana Edwidge Danticat. Radicada en Estados Unidos desde los 12 años, fruto también de un proceso migratorio que afectó a la generación de sus padres, es reconocida internacionalmente por su hermosa obra, en la que siempre regresa a Haití. Sus obras nos permiten adentrarnos en las formas culturales de la vida haitiana, en sus tradiciones y costumbres, en su oralidad, de una manera que la historia no puede darnos. Muchos de sus libros están traducidos al español, algunos de los más recientes incluso por la editorial chilena Banda Propia. También recomiendo los libros que la editorial chilena Ambos Editores ha publicado en nuestro país, centrándose en los autores haitianos. En su colección encontramos desde la Constitución de Toussaint L’Ouverture, héroe de la independencia, pasando por análisis sociológicos como los de Jean Casimir, hasta traducciones de novelistas como Évelyne Trouillot.

PD: Entre los libros para conectarse con la lengua y la cultura haitianas se encuentran Enseñanza práctica de la lengua y cultura criolla haitiana de Peterson Saintard y Ainsi parla l’oncle de Jean Price-Mars.

A leer  El viaje más largo del mundo que puedes hacer sin bajarte del tren: 18.000 kilómetros y 21 días

Entre las canciones más populares en criollo están “Pitit tè a” de Danola Antoine y “Kiyès ou ye” de J. Perry disponibles en YouTube. Como en las películas, está Bouki nan paradi de Raphael Stines y Pouki se mwen de Réginal Lubin.

María Elena Oliva es socióloga y Doctora en Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Chile. Actualmente es profesora en la Academia Universitaria de Humanismo Cristiano. Publicó los libros Aimé Césaire en América Latina. Diálogos con el poeta de la negritud, la negritud, el indianismo y sus intelectuales: Aimé Césaire y Fausto Reinaga y Frantz Fanon desde América Latina. Lecturas contemporáneas de un pensador del siglo XX, entre otros.

Peterson Saintard estudió Lingüística Aplicada en la Universidad Estatal de Haití y se especializó en Literatura e Inglés. Se dedicó a la enseñanza del criollo haitiano, francés e inglés con más de 5 años de experiencia en Chile. Escribió el libro Enseñanza práctica de la lengua y cultura criolla haitiana (2019) y fundó el centro de idiomas “Reyalite”.

En esta entrevista a dos voces, discutimos la forma en que ambos cursos abordan los desafíos y desafíos que plantea el vínculo con Haití.

¿Qué importancia tiene para la democracia en nuestro país que los ciudadanos estudien y conozcan los procesos políticos, económicos, sociales y culturales de Haití?

EO: Creo que siempre es importante saber o estar al tanto de lo que sucede en nuestro entorno inmediato, y Chile, como parte de América Latina y el Caribe, siempre debe estar al tanto de los procesos en nuestra región. Como esto no suele pasar –y miramos más a EE.UU. o Europa–, ante ciertas dinámicas intrarregionales, estamos un poco paralizados. Creo que esto es parte de lo que hemos enfrentado con la migración de haitianos y haitianas a nuestro país en los últimos años. Un proceso que nos ha presentado varios desafíos como sociedad, no solo en términos políticos y humanos, sino también en términos sociales y culturales. Ideas instaladas como ser “solidarios” o “un país más clasista que racista” han sido cuestionadas cuando nos enfrentamos a otras lenguas, otras religiones, otras comidas, otras tradiciones, etc. En este sentido, la educación es una herramienta fundamental para construir puentes sanos y bien informados que nos ayuden a comprender positivamente la diversidad cultural y asumirla con igualdad de derechos. La población haitiana que vive en Chile nos brinda una enorme oportunidad de profundizar nuestra democracia y poner a prueba nuestro anhelo de ser un país pluricultural. Abordar los procesos políticos, económicos, sociales y culturales de Haití no solo nos acerca a la historia de los haitianos viviendo en Chile, sino también a la historia de la primera república independiente de esta región, la historia de importantes movimientos culturales, de notables intelectuales , de una literatura que traspasó fronteras geográficas y temporales, y de una historia política, aunque turbulenta, importante ya la que debemos prestar mucha atención.

¿Cómo se vincula el estudio de la lengua con el estudio de la historia y la cultura haitianas?

EO: Si, como dice Frantz Fanon, hablar una lengua es llevar toda una cultura, entonces debemos considerar que es un vínculo estrecho. En el caso de Haití, el criollo es el resultado de un complejo proceso histórico de siglos que está relacionado con el colonialismo, el comercio de esclavos y la llegada de esclavos de varias partes de África, y el sistema de plantación impuesto por los franceses. Pero, a su vez, también tiene que ver con la resistencia a estos sistemas, con la independencia, el proceso revolucionario y la influencia de la oralidad en su desarrollo. Es una forma de mirar y entender el mundo, a partir de esta particularidad, y el criollo forma parte de la tradición cultural haitiana.

PD: El estudio de la lengua está ligado al de la historia y la cultura a través de las interacciones y relaciones entre sus hablantes desde su nacimiento hasta sus transformaciones y cambios en el ámbito social. El estudio y aprendizaje práctico del idioma permite un contacto más cercano y amistoso con la historia y la cultura a través del intercambio con sus integrantes.

¿Cuál sería la clave para invitarte a estudiar estos temas?

EO: Invito a todos los interesados ​​en nuestra historia regional, y en particular la historia de Haití, a estudiar estas cuestiones. Pero principalmente a quienes están vinculados, por trabajo, educación o barrio a la población haitiana en Chile. Esperamos con este curso brindar algunas herramientas para contextualizar, no solo los motivos de la actual migración haitiana que llegó a nuestro país y otros países de la región, sino también la historia de este pueblo; no seguir reproduciendo la idea de que «Haití es el país más pobre del Hemisferio Occidental», sin preguntarnos el porqué de su crisis económica y política, y dar un paso adelante que nos permita entender con mayor empatía sus procesos como sociedad, y la inmensa riqueza de su gente y su cultura.

PD: La clave para invitarnos a abordar estos temas está en el contexto actual de Chile, un país donde hay un número importante de migrantes provenientes de Haití. Según los últimos datos difundidos por el Departamento de Inmigración y Extranjería en conjunto con el Instituto Nacional de Estadística, Haití ocupa el tercer lugar entre las comunidades extranjeras con más miembros, lo que equivale al 12,5% de la población extranjera del país. Teniendo en cuenta que toda la población migrante de Haití habla criollo y lo utiliza como primera lengua, podemos deducir que es una de las lenguas más habladas en el Chile contemporáneo y constituye una realidad sustancial en la vida cotidiana del país. De esta forma, el estudio de estos temas implicaría tener una enseñanza práctica del idioma para generar entendimiento mutuo, facilitar la convivencia y así enriquecerse mutuamente en esta encrucijada cultural que produce la migración como parte de la humanidad.

¿Qué libros, películas, obras de teatro, música, entre otras expresiones culturales puedes recomendar para conectarte con la lengua y la cultura de Haití?

EO: Recomiendo mucho los libros, principalmente novelas, pero también hay ensayos y cuentos, de la escritora haitiana Edwidge Danticat. Radicada en Estados Unidos desde los 12 años, fruto también de un proceso migratorio que afectó a la generación de sus padres, es reconocida internacionalmente por su hermosa obra, en la que siempre regresa a Haití. Sus obras nos permiten adentrarnos en las formas culturales de la vida haitiana, en sus tradiciones y costumbres, en su oralidad, de una manera que la historia no puede darnos. Muchos de sus libros están traducidos al español, algunos de los más recientes incluso por la editorial chilena Banda Propia. También recomiendo los libros que la editorial chilena Ambos Editores ha publicado en nuestro país, centrándose en los autores haitianos. En su colección encontramos desde la Constitución de Toussaint L’Ouverture, héroe de la independencia, pasando por análisis sociológicos como los de Jean Casimir, hasta traducciones de novelistas como Évelyne Trouillot.

PD: Entre los libros para conectarse con la lengua y la cultura haitianas se encuentran Enseñanza práctica de la lengua y cultura criolla haitiana de Peterson Saintard y Ainsi parla l’oncle de Jean Price-Mars.

A leer  ¿Quieres estudiar en Francia? Guía de universidades y becas

Entre las canciones más populares en criollo están “Pitit tè a” de Danola Antoine y “Kiyès ou ye” de J. Perry disponibles en YouTube. Como en las películas, está Bouki nan paradi de Raphael Stines y Pouki se mwen de Réginal Lubin.

María Elena Oliva es socióloga y Doctora en Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Chile. Actualmente es profesora en la Academia de Humanismo Cristiano. Publicó los libros Aimé Césaire en América Latina. Diálogos con el poeta de la negritud, la negritud, el indianismo y sus intelectuales: Aimé Césaire y Fausto Reinaga y Frantz Fanon desde América Latina. Lecturas contemporáneas de un pensador del siglo XX, entre otros.

Peterson Saintard estudió Lingüística Aplicada en la Universidad Estatal de Haití y se especializó en Literatura e Inglés. Se dedicó a la enseñanza del criollo haitiano, francés e inglés con más de 5 años de experiencia en Chile. Escribió el libro Enseñanza práctica de la lengua y cultura criolla haitiana (2019) y fundó el centro de idiomas “Reyalite”.

En esta entrevista a dos voces, discutimos la forma en que ambos cursos abordan los desafíos y desafíos que plantea el vínculo con Haití.

¿Qué importancia tiene para la democracia en nuestro país que los ciudadanos estudien y conozcan los procesos políticos, económicos, sociales y culturales de Haití?

EO: Creo que siempre es importante saber o estar al tanto de lo que sucede en nuestro entorno inmediato, y Chile, como parte de América Latina y el Caribe, siempre debe estar al tanto de los procesos en nuestra región. Como esto no suele pasar –y miramos más a EE.UU. o Europa–, ante ciertas dinámicas intrarregionales, estamos un poco paralizados. Creo que esto es parte de lo que hemos enfrentado con la migración de haitianos y haitianas a nuestro país en los últimos años. Un proceso que nos ha presentado varios desafíos como sociedad, no solo en términos políticos y humanos, sino también en términos sociales y culturales. Ideas instaladas como ser “solidarios” o “un país más clasista que racista” han sido cuestionadas cuando nos enfrentamos a otras lenguas, otras religiones, otras comidas, otras tradiciones, etc. En este sentido, la educación es una herramienta fundamental para construir puentes sanos y bien informados que nos ayuden a comprender positivamente la diversidad cultural y asumirla con igualdad de derechos. La población haitiana que vive en Chile nos brinda una enorme oportunidad de profundizar nuestra democracia y poner a prueba nuestro anhelo de ser un país pluricultural. Abordar los procesos políticos, económicos, sociales y culturales de Haití no solo nos acerca a la historia de los haitianos viviendo en Chile, sino también a la historia de la primera república independiente de esta región, la historia de importantes movimientos culturales, de notables intelectuales , de una literatura que traspasó fronteras geográficas y temporales, y de una historia política, aunque turbulenta, importante ya la que debemos prestar mucha atención.

¿Cómo se vincula el estudio de la lengua con el estudio de la historia y la cultura haitianas?

EO: Si, como dice Frantz Fanon, hablar una lengua es llevar toda una cultura, entonces debemos considerar que es un vínculo estrecho. En el caso de Haití, el criollo es el resultado de un complejo proceso histórico de siglos que está relacionado con el colonialismo, el comercio de esclavos y la llegada de esclavos de varias partes de África, y el sistema de plantación impuesto por los franceses. Pero, a su vez, también tiene que ver con la resistencia a estos sistemas, con la independencia, el proceso revolucionario y la influencia de la oralidad en su desarrollo. Es una forma de mirar y entender el mundo, a partir de esta particularidad, y el criollo forma parte de la tradición cultural haitiana.

PD: El estudio de la lengua está ligado al de la historia y la cultura a través de las interacciones y relaciones entre sus hablantes desde su nacimiento hasta sus transformaciones y cambios en el ámbito social. El estudio y aprendizaje práctico del idioma permite un contacto más cercano y amistoso con la historia y la cultura a través del intercambio con sus integrantes.

¿Cuál sería la clave para invitarte a estudiar estos temas?

EO: Invito a todos los interesados ​​en nuestra historia regional, y en particular la historia de Haití, a estudiar estas cuestiones. Pero principalmente a quienes están vinculados, por trabajo, educación o barrio a la población haitiana en Chile. Esperamos con este curso brindar algunas herramientas para contextualizar, no solo los motivos de la actual migración haitiana que llegó a nuestro país y otros países de la región, sino también la historia de este pueblo; no seguir reproduciendo la idea de que «Haití es el país más pobre del Hemisferio Occidental», sin preguntarnos el porqué de su crisis económica y política, y dar un paso adelante que nos permita entender con mayor empatía sus procesos como sociedad, y la inmensa riqueza de su gente y su cultura.

PD: La clave para invitarnos a abordar estos temas está en el contexto actual de Chile, un país donde hay un número importante de migrantes provenientes de Haití. Según los últimos datos difundidos por el Departamento de Inmigración y Extranjería en conjunto con el Instituto Nacional de Estadística, Haití ocupa el tercer lugar entre las comunidades extranjeras con más miembros, lo que equivale al 12,5% de la población extranjera del país. Teniendo en cuenta que toda la población migrante de Haití habla criollo y lo utiliza como primera lengua, podemos deducir que es una de las lenguas más habladas en el Chile contemporáneo y constituye una realidad sustancial en la vida cotidiana del país. De esta forma, el estudio de estos temas implicaría tener una enseñanza práctica del idioma para generar entendimiento mutuo, facilitar la convivencia y así enriquecerse mutuamente en esta encrucijada cultural que produce la migración como parte de la humanidad.

¿Qué libros, películas, obras de teatro, música, entre otras expresiones culturales puedes recomendar para conectarte con la lengua y la cultura de Haití?

EO: Recomiendo mucho los libros, principalmente novelas, pero también hay ensayos y cuentos, de la escritora haitiana Edwidge Danticat. Radicada en Estados Unidos desde los 12 años, fruto también de un proceso migratorio que afectó a la generación de sus padres, es reconocida internacionalmente por su hermosa obra, en la que siempre regresa a Haití. Sus obras nos permiten adentrarnos en las formas culturales de la vida haitiana, en sus tradiciones y costumbres, en su oralidad, de una manera que la historia no puede darnos. Muchos de sus libros están traducidos al español, algunos de los más recientes incluso por la editorial chilena Banda Propia. También recomiendo los libros que la editorial chilena Ambos Editores ha publicado en nuestro país, centrándose en los autores haitianos. En su colección encontramos desde la Constitución de Toussaint L’Ouverture, héroe de la independencia, pasando por análisis sociológicos como los de Jean Casimir, hasta traducciones de novelistas como Évelyne Trouillot.

PD: Entre los libros para conectarse con la lengua y la cultura haitianas se encuentran Enseñanza práctica de la lengua y cultura criolla haitiana de Peterson Saintard y Ainsi parla l’oncle de Jean Price-Mars.